Te contamos qué puedes hacer antes de recurrir a un medicamento.
El insomnio es el trastorno de sueño más frecuente y constituye un problema de salud pública ya que afecta a entre un 10% y un 20% de la población mundial.
¿Qué es el insomnio?
El insomnio consiste en una reducción de la capacidad para dormir, pudiendo manifestarse de diversas formas que finalmente dan lugar a dos tipos de insomnio:- Insomnio de inicio: es decir, existen problemas para iniciar el sueño en menos de 30 minutos.
- Insomnio de mantenimiento: problemas para mantener el sueño produciéndose despertares nocturnos repetitivos de más de 30 minutos o bien despertando de forma definitiva si haber conseguido dormir más de 3, 4, 5 o 6 horas.
Consejos para combatir el insomnio
Para poder romper ese círculo vicioso es importante que nos centremos en cambiar los hábitos y realizar una buena higiene del sueño. Este “cambio de chip” consta de tres partes:- Cambio de conducta: limitaremos el tiempo que pasamos en la cama a la cantidad de horas que realmente dormimos, manteniendo regular la hora de acostarnos y levantarnos y eliminando las siestas durante el día.
- Cambio de pensamientos: El objetivo principal es asociar la cama, hora de acostarse y entorno del dormitorio con la sensación de relajación, somnolencia y sueño, en lugar de con la frustración, la actividad y el insomnio. Para ello podemos crear un ambiente con luz más cálida, utilizar esencias relajantes, aprender a meditar, etc…
- Reducción de la activación: Nos acostaremos sólo cuando tengamos sueño, es decir, utilizaremos sólo el dormitorio para dormir. No veremos la televisión, ni oiremos la radio en la cama. Tampoco utilizar el móvil o el portátil sería conveniente. Limitar el consumo de tabaco, cafeína o alcohol antes de ir a dormir. Y por último no realizar cenas ni muy copiosas ni acostarse sin cenar.
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